El timelapse es una de las formas más curiosas de capturar el movimiento. Mediante esta técnica podemos apreciar el paso del tiempo de manera acelerada, algo que a simple vista no podemos hacer. El movimiento de un mar de nubes, la germinación de una semilla, el paso de la noche al día o viceversa y el movimiento de las estrellas son son algunos de los ejemplos.
El timelapse es una técnica que requiere una buena dosis de preparación previa a la captura para que el tiempo empleado en realizarla (a veces realmente largo), no sea tiempo perdido al comprobar el resultado. En Ápodo, te ofrecemos siete consejos rápidos para asegurarte el éxito.
CÓMO HACER UN TIMELAPSE PROFESIONAL
- Control total de la cámara: Utiliza el control manual, desactiva el enfoque automático y elige el balance de blancos correctamente. Se trata de que la cámara se comporte todo el rato igual, aunque puedan variar las condiciones de luz. No obstante, hay veces en las que queremos adaptarnos a esos cambios de luz (pasar de la noche al día). Para ello tendremos que ir ajustando la exposición manualmente durante la toma y luego corregir los saltos de luz en postproducción.
- Dispara en raw: Utiliza el raw para tus timelapses. A la hora de corregir el color en postproducción te dará mucho más margen que los archivos en jpg.
- Dale movimiento: Con un slider motorizado puedes darle movimiento a la cámara. Por ejemplo, puedes empezar detrás de una roca y descubrir un paisaje alucinante. Tu timelapse ganará en dinamismo y aumentarás las posibilidades creativas.
- Encuadra bien: Tomarse un tiempo para elegir el encuadre y la composición es fundamental. Busca la mejor localización ya que, una vez empieces, vas a tener que estar un buen rato y no vas a poder cambiar la cámara de posición. Esto es, probablemente, una de las cosas más importantes a tener en cuenta.
- Elige bien el momento: Hay ciertas condiciones de luz y clima que funcionan mejor para los timelapses. No es lo mismo hacer fotos en un día con nubes y claros que en un día totalmente despejado o totalmente nublado. Tampoco es igual el cambio de luz que puede haber al amanecer o al atardecer que el que hay al mediodía. Mira la previsión meteorológica y planea de antemano el día y la hora de tu timelapse.
- Selecciona bien el intervalo entre disparos: El intervalo de tiempo entre fotos es fundamental para controlar el “tempo” de los objetos en movimiento de tu escena. Por ejemplo, si queremos retratar el ajetreo de personas andando en una ciudad, utilizaremos un lapso de tiempo de 2 segundos entre foto y foto ya que, si usáramos un valor superior, 10 segundos por ejemplo, el vídeo resultante tendría cambios muy bruscos y no quedaría fluido. Un buen consejo es conocer de antemano los intervalos predeterminados para diferentes situaciones.
- No dejes de experimentar: Practicar, practicar y practicar. Como en casi todo, repetir una y otra vez es el secreto para aprender. No te cierres en un tipo de timelapse concreto, haz tomas de día y de noche, en la naturaleza y la ciudad, utilizando objetivos macro o gran angulares. Si estás empezando, te proponemos el siguiente ejercicio: Ponte unos objetivos (mar de nubes, rotonda con coches nocturna, calle ajetreada diurna, germinar de una semilla, estrellas en movimiento, etc…) y vete a por tu primer timelapse. Una vez lo tengas, mira a ver cómo puedes mejorarlo.
Con el Ápodo Pro puedes darle movimiento a tus timelapses.
TIP PARA REALIZADORES AUDIOVISUALES
Utiliza el timelapse para acompañar a tus vídeos. Por ejemplo, mete un paso del tiempo en un reloj de arena en un videoclip, o muestra el proceso de fabricación de una pieza a cámara rápida en un vídeo corporativo. Aumentarás la variedad de recursos y la calidad de tu trabajo. Pero ten cuidado, no abuses de esta técnica porque puede resultar saturante.
El timelapse es un técnica que requiere paciencia y experiencia, pero una vez se adquiere, es muy agradecida y si eres creativo, te darás cuenta de que hay miles de posibilidades.